Por sus obras los conoceréis dice la famosa cita bíblica y pocas veces ha sido tan cierta esta aseveración como en el caso de Fermín Vélez Boza. La investigación científica llenó su vida; pero el objetivo principal de esas investigaciones, específicamente en el área de la Nutrición fue el de estudiar las características de la alimentación de los venezolanos, indagar de dónde venía, cómo se utilizaban las plantas autóctonas y las introducidas a América y de otros componentes no vegetarianos usados en nuestras comidas, y así conociendo bien todos estos elementos, ver cómo se podía mejorar la dieta del venezolano, para que resultara más sana y eficiente para que nuestros niños crecieran fuertes y saludables y nuestros adultos tuvieran el ánimo en alto para lograr una Venezuela próspera.
Naturalmente que para adentrarnos en la obra de Fermín Vélez lo primero que tuvimos que leer fue su Curriculum Vitae, que es para nosotros el curriculum más ejemplarmente presentado, más minuciosamente detallado y más rigurosamente identificado en sus respectivos componentes. Basta leer ese curriculum para saber quién es el hombre que lo presenta. Para dar un ejemplo de esa extraordinaria minuciosidad con la cual Fermín presenta los distintos items de su curriculum, en el que corresponde al 11º Resumen de las actividades médicas en la actuación profesional (1941-1965), en el tercer aparte dice. Me he dedicado a la Nutrición y Docencia, habiendo realizado: especialización en Nutrición, Salud Pública y he trabajado ininterrumpidamente en este campo en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en las diversas dependencias que se han venido organizando de estos trabajos en el país:
A los pocos años de graduado empieza a escribir sobre el tema que según propia confesión se ha dedicado en el curso de su ejercicio profesional.
En mayo de 1945 publica. La alimentación en la edad escolar y pre-escolar, en la Edasi No 115. En esa misma revista publica otro trabajo titulado Síndrome de deficiencias nutritivas en un grupo de escolares, en octubre de 1945. Tres años más tarde, en abril de 1948, escribe sobre La alimentación y nutrición en Venezuela en la Revista del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, Vol. XII, 6-12. Formando parte de la Comisión Organizadora de la II Convención Nacional de Agricultores y Criadores, publicó un tomo multigrafiado No. I de la Sección 23, en febrero de 1950: La alimentación y enfermedades carenciales en el medio rural venezolano. Para un Curso de Médicos higienistas el I.N.N. presenta un trabajo sobre El problema alimentario en Venezuela en el medio rural. Se publicó multigrafiado también en 1950. En ese mismo año en junio escribe: Bibliografía venezolana sobre alimentación y nutrición, en el Cuaderno Azul del I.N.N., aparece en una segunda edición del Cuaderno Azul en octubre de 1961. En folleto multigrafiado del I.N.N. que aparece en 1950 escribe Fermín Vélez sobre Dietética infantil. Junto con la Sra. Hilda de Vásquez publicó en un libro multigrafiado del I.N.N. con una primera edición en julio de 1950 y una segunda en 1951 Cupos y menús para la alimentación normal en los hospitales. En diciembre de 1950 publicó en la Revista Alimentación y Hogar un trabajo titulado: Para el estudio de la alimentación en Venezuela. En noviembre del año siguiente realizó un Estudio de la alimentación en la Escuela Militar de Venezuela, publicado en un libro multigrafiado del I.N.N. En ese mismo año investiga sobre La alimentación en el Campamento Militar de Conejo Blanco durante las maniobras efectuadas en el mes de julio de 1951 y el resultado de sus investigaciones lo publica con ese título en libro multigrafiado del I.N.N.
En las primeras jornadas de Medicina Deportiva reunidas en Caracas del 10 al 15 de diciembre de 1951 presenta un trabajo titulado: Normas de alimentación en los atletas que se publica en la Revista Boletín de los Comedores Populares, Vol. II, No. 9, diciembre 1951. En diciembre de 1952 en los archivos venezolanos de nutrición, Vol. II, No. 2, teniendo como coautora a la Sra. Aura de Braunstein, publica una Encuesta de hábitos alimentarios de un grupo de escolares. Con la colaboración de la Sra. Marietta Ferraro Martini en las publicaciones divulgativas e informativas del I.N.N. No. 4 presenta una Orientación para la alimentación de las familias obreras venezolanas. En agosto de 1954 teniendo como coautora a la Sra. Hermelinda Meléndez publica bajo los auspicios de la División de Nutrición Servicio de Dietética y Control de Comunidades un folleto multigrafiado en donde se explican las Recetas para la elaboración de menús en los comedores populares y en las colectividades de adultos y también bajo la responsabilidad de esa misma División del I.N.N. se exponen las Normas de alimentación en instituciones de adultos y organización de los servicios de alimentación, en esta ocasión su coautora es la Srita. A. Pierce y se edita en folleto multigrafiado en 1954.
Esta vez con la colaboración de Marietta Ferroso Martini publica bajo los auspicios de la División del I.N.N, que hemos venido mencionando, en 1954 un folleto multigrafiado con las Normas de alimentación e higiene alimentaria para los Comedores populares. En la Revista Archivos venezolanos de nutrición Vol. VI, No. 1, junio de 1955 publica un Estudio de la alimentación en un grupo de colectividades de Caracas durante los años de 1953-1954. En el mismo año y en folleto multigrafiado de la Cátedra de la Escuela Católica de Servicio Social en Caracas edita las Nociones Generales de Puericultura, Alimentación Infantil y Asistencia Social. Con la colaboración de Miriam Díaz Pérez publica bajo los auspicios de la División de Nutrición, Servicio de Dietética y Control de Colectividad en mayo de 1956 un folleto multigrafiado 2da. Ed., mayo 1964 con las Normas de alimentación y menús durante el embarazo y la lactancia. Con la misma coautora y en la misma División antes mencionada, edita folleto miltigrafiado titulado: Manual de Normas de Alimentación para instituciones de pre-escolares de niños de 4 a 6 años de edad, 1ª edición, abril 1954 del cual aparece una 2da. Edición en marzo de 1959 y otra tercera en marzo de 1964.
Junto a la Sra. Alicia Salinas y bajo el patrocinio de la División de Nutrición y Servicio Colectividades del I.N.N. presenta el trabajo titulado Plan de alimentación para adultos con actividad física fuerte que suministra 3.500-4.000 calorías, aparece en folleto multigrafiado en noviembre de 1957. En ese mismo año y bajo los auspicios de la misma División del I.N.N. publica Fermín Vélez Boza en folleto multigrafiado Menús para oficiales del Centro de Entrenamiento Naval y en julio de 1959 en los Archivos Venezolanos de Nutrición presenta nuestro insigne especialista en alimentación y nutrición la Evolución de la alimentación y su cesta en las familias de las clases media y obrera de Caracas de 1938 a 1957 en los Archivos Venezolanos de Nutrición, No. X, enero 1960.
En enero del año siguiente publica con la colaboración de Magdalena González S. Los alimentos básicos utilizados en algunas poblaciones de Venezuela en Archivos Venezolanos de Nutrición No. XI I. En ese mismo mes y año y en el Archivo de Nutrición anteriormente citado, en el No. XI 2, Un método para el estudio de los hábitos alimenticios humanos. En julio de 1961 en el mismo número de Archivos de Alimentación anterior, publica Fermín Vélez en colaboración con Magdalena González S. y siempre en el Archivo Venezolano de Nutrición, No. XI 2 Estudios de los hábitos alimenticios de una colectividad. En igual fecha que la publicación anterior y en el mismo número de los Archivos Venezolanos de Nutrición, publica Vélez Boza Un método para el estudio de las preparaciones de alimentos.
En enero de 1962 y en los Archivos Venezolanos de Nutrición, Vol. XII I, junto a Magdalena González S., publica una Encuesta de hábitos alimentarios de niños pre-escolares de familias con modestos recursos económicos en una zona de Caracas. En el mismo número de estos Archivos y en la misma fecha del trabajo anterior publica Vélez Boza otra encuesta ésta sobre Las preparaciones alimentarias suministradas a pre-escolares en familias con modestos recursos de Caracas". En el año 1963 en Archivos Venezolanos de Nutrición, Vol. XIII I, una investigación hecha en el año 1961 con una "Encuesta alimentaria en las poblaciones de Pueblo Nuevo, Buena Vista, Santa Ana y Adícora, de Paraguaná. En 1961 sigue realizando encuestas sobre alimentación y en el año 1964 publica en Archivos Venezolanos de Nutrición Vol XIV, No. 1, una Encuesta de hábitos de alimentación infantil de familias obreras en Caracas, 1962.
Se pensará que lo que está aquí escrito es una copia de parte del Curriculum de Fermín Vélez, y en verdad es ese nuestro propósito; pero con un objetivo muy preciso el presentar cómo las instituciones dependientes del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social tales como el Instituto Nacional de Nutrición, el Patronato Nacional de Comedores Escolares, el Consejo Venezolano del Niño, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas entre otros, tenían directivos y trabajadores de alto nivel que continuaron o colaboraron con las campañas para la preservación de la salud, siguieron el ejemplo de los grandes sanitaristas pioneros y publicaciones como ésta: La disminución de la población de Caracas, denunciada por Razetti en 1924 y debida en gran parte a la disminución de la población infantil; en el quinquenio de 1940-1944 la diarrea y la enteritis eran la primera causa de muerte infantil, aunque en total disminuyó ésta; pero durante ese lapso la muerte en Venezuela ocurría siendo muy jóvenes los sujetos.
Otro punto que es necesario aclarar en esa recopilación que hice de una parte de items que copié entre los muchos que conforman el curriculum de Vélez Boza se trata que del No. 13º Estudios científicos clasificados y publicados por fecha, yo tomé sólo los que tenían como único autor a Fermín, o aquéllos que habían sido escritos al alimón con otro compañero investigador; pero no lo hice cuando la investigación correspondiente había sido realizada por un grupo de científicos. Así como Fermín Vélez todos los sanitaristas se dedicaron a hacer encuestas sobre alimentación y nutrición. Durante los años 1930-1935 coincidiendo con una crisis económica mundial, se realizaron varias encuestas que comprobaron la influencia de la mala alimentación en la tuberculosis y en 1937 los Dres. Pastor Oropeza y Carlos E. Castillo señalaron también por primera vez la presencia de síndromes policarenciales en los niños de Caracas.
A medida que avanza el interés por la alimentación de la población venezolana, aparecen nuevas instituciones privadas y públicas que vienen a llenar el vacío de la alimentación balanceada que faltó en los hogares venezolanos. En 1936 el Dr. Francisco Antonio Rísquez, Presidente de la 1era Cruzada Venezolana Sanitaria Social propició la creación de Servicios de Sopa Popular La alimentación pasa a ser entonces uno de los aspectos de mayor interés en Salud Pública. Se inicia la labor oficial en Nutrición al crearse en 1937 en el MSAS la Comisión Nacional de Alimentación, con los Dres. A. González Puccini, F.A. Rísquez y A.F. Mora, quienes organizan servicios de Sopas Populares, precursoras de los Comedores Populares, así como de la atención a los ancianos (1)
En esta conferencia también se refiere Fermín Vélez a la aparición en 1950 de la publicación de los Cuadernos Azules, que contienen monografías del INN con importantes trabajos científicos de investigadores pertenecientes al personal de este Instituto. En nuestro resumen de los trabajos realizados por Vélez Boza hemos visto que varios de ellos aparecen publicados en estos novedosos cuadernos.
En realidad todos los avances que se lograron en cuanto a la importancia que se le dio a la alimentación y en primer lugar a la infantil, tuvieron su origen en la aparición bajo el gobierno del Gral. López Contreras del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, y que López tuvo la sabiduría de colocar como Primer Ministro de tan necesaria institución al Dr. Enrique Tejera, ilustre médico, sobresaliente científico, profesor universitario y que, con tales condiciones vino a enrumbar por los caminos de excelencia conducentes a conservar la salud, previniendo las enfermedades y a rodearse de un equipo de profesionales pocas veces visto antes y después de ese tiempo en nuestro país tan lleno en estos momentos de carencias alimenticias y de todo tipo, con presencia de enfermedades hace años erradicadas de Venezuela, como el paludismo y la tuberculosis.
Esos avances los destaca muy bien Vélez Boza en la conferencia a que nos hemos estado refiriendo: El resultado de toda esta labor corporativa ha sido que en nuestra población ha mejorado mucho la salud, los índices de mortalidad infantil han disminuído notablemente, la expectativa de vida ha aumentado, la población ha crecido, otros índices como la tabla y el peso han aumentado, esta situación es completamente diferente a la que existía aún en 1941, como comprobó Bengoa en su estudio de un barrio de Caracas donde la mortalidad era muy alta en niños y en adultos, las personas que migraban del interior ocupaban las viviendas de los fallecidos (2).
En la obra científica de Fermín Vélez Boza, su preocupación por la alimentación de los venezolanos fue una constante. Tan recientemente como diez años atrás presenta en la Academia de Medicina el 25 de marzo de 1993 un trabajo titulado La alimentación en Venezuela en la época colonial, S. XV-XVI, publicado posteriormente en la Gaceta Médica de Caracas 1993, 101 (3), 250-281. El autor en la introducción dice que consideró que sería interesante hacer un estudio sobre la alimentación que tenían los venezolanos como contribución a la conmemoración de los 500 años de la llegada de Colón a las Indias. Para él fue muy ardua la tarea de investigación puesto que los datos sobre la alimentación, que están muy dispersos y difíciles de sintetizar, ya que el objetivo de los autores era proporcionar una información general que presentaban en forma narrativa (3)
El autor escoge para enfocar su estudio: las profesiones de los autores: navegantes, marinos y cosmógrafos (S. XV), luego misioneros y cronistas (S. XVI y XVII), historiadores y algunos naturalistas (S. XVIII), los naturalistas y algunos médicos, farmacéuticos, químicos, científicos, etc. Y termina señalando que el estudio de los factores que influyen y a la presencia de tantos y diferentes profesionales el estudio es más complejo. Ahora bien en su trabajo él presenta el resultado de sus investigaciones por períodos, el primero es el empírico que corresponde al descubrimiento y a la conquista, S XV cuyos autores ya hemos mencionado, se hace la descripción de los archivos indígenas y ya aparece el concepto de que algunas enfermedades se debían a alguna carencia de elementos en la diaria alimentación, En el S. XVII que corresponde a la conquista y colonización, los autores también han sido ya nombrados, ya se hacen observaciones cualitativas sobre la alimentación indígena y aparecen trastornos oculares en Cumaná que se le atribuyen o al agua o a la mala alimentación. Aparecen los esclavos negros, en el S. XVII vinieron cuatro misioneros más, aumentó el número de las plantas alimenticias, en especial las frutales y en el S. XVIII llega el período científico (físico-químico) y el químico Lavoisier y sus alumnos proponen el concepto de la necesidad de cinco compuestos químicos que eran las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las sales y el agua. Con esos cinco tipos de alimentos se podía vivir saludablemente, en estos años del concepto físico-químico que también podía llamarse calórico de la alimentación todavía existía con éste hasta mediados del S. XIX el empírico que sostenía que la falta de algunos de estos elementos causaba enfermedades (beri-beri, escorbuto, raquitismo, etc.).
Pero a fines de ese siglo XIX los estudios de Luwin Erjkman comprueban que hace falta algo más que los factores químicos para mantener la vida y Frank en 1991 obtiene de la cascarilla del arroz una substancia antiberibérica, a la que denomina vitamina, estas enfermedades llevan al primer análisis de alimentos (Benítez y Marcano) en evidencia de beri-beri y las investigaciones son realizadas por médicos y naturalistas. Finaliza Vélez Boza con el período biológico en el cual se llega a la conclusión que los productos naturales no tienen sólo las vitaminas aisladas sino complejos de éstas, de allí la presencia de enfermedades policarenciales, y que las vitaminas sintéticas ayudan en el tratamiento; pero no son tan activas. Estas investigaciones las realizan médicos y sanitaristas. Se crean Institutos de Sanidad.
Continúa Vélez Boza de los S. XV y XVI, que como hemos visto en estos aspectos se extiende hasta el S. XX y nos habla del objetivo que se propone, de la metodología usada y de la alimentación cuando el descubrimiento y la conquista. En un cuadro nos presenta las plantas autóctonas encontradas por Colón en Venezuela, entre otras maíz, piña, cacao (Centroamérica) y ají y entre las introducidas pepino, lechuga, melón, naranjo y caña de azúcar. Más adelante hace una lista con las plantas alimenticias y medicinales señaladas en Venezuela en orden alfabético, por grupo y año de mención en la época colonial (S. XV y XVI).
Para terminar presenta su anexo con los autores consultados en orden cronológico con sus publicaciones y una síntesis de sus biografías, en el S. XV fueron publicadas dos obras y en el XVI, dieciocho. La primera publicación del S. XV fue del almirante Cristóbal Colón y la última del S. XVI y la última del S. XVII de Walter Raleigh.
En su incansable pasión por el conocimiento de la alimentación de los venezolanos, en el pasado con sus carencias y sus posibilidades, para tratar de llegar a que sus compatriotas comprendieran que una buena y adecuada alimentación es la mejor prevención para muchas clases de enfermedades y la mayor certeza de que nuestros niños crecerán sanos, fuertes y con una mente lúcida y alerta para captar lo más importante del mensaje educativo, presenta ante la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina un trabajo titulado Historia de la Alimentación y la Nutrición en Venezuela. S. XX. 1900-1925 (4) El objetivo es el mismo del trabajo suyo que analizamos anteriormente; que consiste en presentar la evolución cronológica de los estudios de la alimentación y nutrición de la población publicados en los años 1920-1925 con el fin de tener una idea general de ellas, señalando los autores temas y materias consideradas, relacionándolos con la situación social y económica de una época (5)
Entre los temas tratados me pareció sumamente importante el que él titula Acontecimientos con un subtítulo a) Naturales. Allí aparecen el terremoto de 1900 que ocasionó muchas víctimas y pérdidas materiales y la plaga de langosta que atacó las siembras y produjo una hambruna y la emigración de varias poblaciones. Los otros temas mencionados son importantes desde el punto de vista histórico; pero no están relacionados con el tema central del trabajo. Trata asimismo de las endemias y dice que para 1911 eran endémicas en Caracas tres enfermedades graves: la fiebre amarilla, la fiebre tifoidea y la viruela y en el interior del país: el paludismo. Luego se refiere a las dos terribles epidemias que hubo en el país en ese primer cuarto del S. XX: la primera en 1908, la peste bubónica que se presentó en La Guaira, cuya gran víctima indirecta fue nuestro gran investigador Rafael Rangel, luego se hizo endémica en el país. La otra gran epidemia de esa época fue la de la influenza mal llamada según Vélez Boza gripe española, que ocasionó altísima mortalidad: 25.000 personas aproximadamente, entre las víctimas estuvo el hijo preferido de Gómez, Alí.
Entre los acontecimiento sociales Vélez Boza señala en primer lugar los censos. En 1900 no se realizó el Censo, el más cercano que existe es el de 1891, que encontró 2.323.527 habitantes, cifra que se acerca bastante a la de 1920; en 30 años la población caraqueña aumentó sólo 100.000 habitantes. Este crecimiento tan pequeño pudo ser debido a la imposición de las cifras o lo que se considera más factible se debiera a la alimentación deficiente y a las enfermedades, lo cual se puso de manifiesto en el IV Censo Oficial de 1920, en el cual se encontraron 2.411.952 habitantes y en 1926, el Censo declaró 3.026.878 habitantes, esto confirma lo dicho por el Dr. Razetti en 1924 en el Decrecimiento de la población de Caracas. En aquel entonces la mortalidad general era alta, de 33 por mil habitantes.
Respecto a las instituciones médicas, afirma Fermín Vélez que fueron creados Centros Asistenciales Privados para la alimentación de lactantes de familias pobres: Gota de Leche fundada en Caracas en 1909 y en Maracaibo en 1921, en 1924 fue substituído en Caracas por el Instituto Benéfico Simón Rodríguez.
En 1904 se funda la Academia Nacional de Medicina, que realiza desde entonces importante labor científica y organizó congresos nacionales: el primero en Caracas en 1911, el segundo en Maracaibo en 1917, uno en Valencia en 1921 y otro en Caracas en 1924.
También en Caracas en 1911 se realizó el primer Congreso de Municipalidades, en el cual participaron médicos notables como los Dres. L. Alvarado, A. Ayala, J.G. Hernández, L. Razetti y otros, quienes alertaron a la población señalando que el coeficiente de mortalidad es casi el doble del consentido por la higiene, que entre las enfermedades que afectan especialmente a los trabajadores está la tuberculosis por la falta de alimentos. Esta denuncia unida a otras circunstancias estimuló sin ninguna duda la creación de la Oficina de Sanidad Nacional, el 13 de noviembre de 1911, que entre sus atribuciones de acuerdo al Decreto que la crea, está la inspección y el examen de los alimentos. La aparición de esta Oficina había sido precedida por varias disposiciones, la primera creando el cargo de Consultor de Higiene Pública Nacional, luego se constituyó un cuerpo de carácter consultivo y técnico llamado Comisión de Higiene Pública dependiente del M.R.I., posteriormente en el mismo Ministerio se crea una Dirección de Higiene y Salubridad Pública y finalmente el 26 de junio de 1913 se dictó la primera Ley de Sanidad Nacional.
Sigue Fermín Vélez diciendo que de los 75 trabajos que incluye en este estudio sólo 11 corresponden a los alimentos (14%), de los cuales sobre alimentos en general hay 6, acerca de las vitaminas hay 2, y sobre tóxicos agregados hay 3. Los estudios de los alimentos en este período los hicieron F.A. Rísquez, en 1910 sobre El plátano o banano; D. Carbonell en 1910 también La carne es un veneno y P.T. Aguerrevere publica en 1913 El ocumo. El Dr. Héctor Suárez Borges presentó en el II Congreso Venezolano de Medicina su Análisis de los licores que se fabrican en el Zulia".
Los pioneros de esta labor fueron. El Dr. Guillermo Delgado Palacios, sobre análisis de elementos se encuentra entre ellos Bioquímica de la digestión y la asimilación, 1909; Asimilación del hierro y clorosia, 1909; Estudio de las leches de Caracas, 1919. El Dr. Estanislao Noguera Mora se interesó por las substancias agregadas. En 1919 publicó Uso peligroso de ciertas esencias y colorantes en los alimentos, luego en 1920 Las esencias artificiales de frutas desde el punto de vista sanitario y en 1923 Contribución al estudio de los pescados que se consumen en Caracas. El primer médico venezolano que publica algo sobre vitaminas es el Dr. Francisco Antonio Rísquez quien presentó un trabajo titulado Vitaminas y simbiotes (1919) y el Dr. Nicasio Rivera publicó El problema de las vitaminas en 1925 y lo presentó como tesis de grado de Doctor en Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
Continúa Vélez Boza analizando otros estudios sobre alimentación y con breves biografías de quienes los escribieron, con la Enseñanza de Dietética y la Nutrición en la Universidad Central citando especialmente al Dr. José Gregorio Hernández, respecto a la alimentación y nutrición infantil se refiere a Emilio Ochoa, de Maracaibo y al Dr. Juan de Dios Villegas Ruiz, así como a sus obras en relación a estos temas, en cuanto a la alimentación en adultos y encuestas, se refiere al Dr. Luis Razetti y a sus numerosos y memorables trabajos en éste y otros campos, en la dietética en las enfermedades febriles analiza desde los trabajos de J.M. Vargas hasta los del Dr. Luis Felipe Blanco; y para finalizar esta selección de trabajos respecto a la Nutrición y Enfermedades carenciales cita los trabajos de los Dres. Lisandro Alvarado, Rafael Medina Jiménez y Rafael Pino Pou. No cito quiénes investigaron sobre el bocio endémico porque me he limitado en este breve análisis de su obra a lo que se refiere a alimentación y nutrición.
Para finalizar su trabajo presenta Fermín Vélez dos cuadros sobre la Alimentación por temas 1900-1925 y una lista sobre Estudios de Nutrición en orden cronológico, 1900-1925.
Ahora bien, Fermín Vélez jamás se cansó de analizar y hallarle solución a los problemas alimenticios, ni tampoco de investigar todo lo que hasta el momento se había publicado sobre el tema. Bajo el patrocinio del Instituto Nacional de Nutrición publica en 1990 en un libro La alimentación y la nutrición en Venezuela, que antes había sido publicado en la Revista de Sanidad Nacional Nos. 1 y 2 abril de 1948. Aunque tiene el mismo título del trabajo publicado en la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina que terminamos de analizar, cronológicamente abarca un período muchísimo mayor pues estudia desde la alimentación indígena en Venezuela hacia mediados de los años 40. Como todas las obras de Fermín Vélez, meticulosamente investigada y rigurosamente presentada.
La bibliografía que dejó escrita Vélez Boza es muchísimo más extensa y variada que la que aquí hemos presentado, para estudiarla se necesitaría escribir un libro sobre Fermín Vélez Boza, su vida y su obra, que bien se merece este eximio venezolano. En las palabras que pronunció el Dr. Blas Bruni Celli en la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, en la ocasión de la entrega de un acuerdo de duelo de éste por el fallecimiento de nuestro querido y admirado consocio a su señora esposa Graciela Valery de Vélez y sus hijos, habló sobre una biografía del Dr. Fernando Bolet (1818-1888) en la cual según Bruni Celli rescató para la posteridad la obra científica y humanística de un escondido personaje que pasó su vida en Petare, escondido entre sus plantas y sus recuerdos, en el ejercicio de su noble profesión de médico, en el que realizó una impresionante labor social en su comunidad y que hubiese pasado al olvido total si no lo rescata la oportuna y noble pluma de Fermín Vélez Boza.
Cuando señalo en el título de este trabajo que Fermín Vélez Boza fue un médico y un humanista de corazón me refiero a que en toda su obra escrita hay esa sensibilidad tan singular de los seres así calificados, anteriormente me referí a que todos los trabajos que hemos estado analizando aquí tenían ese tinte de preocupación por el ser humano de investigar y escribir no sólo por lograr un éxito científico, sino en todo momento por llegar a lo más noble y delicado del ser humano, su necesidad de que los médicos que se le acerquen no lo traten como un enfermo cualquiera sino un ser en minusvalía que necesita del medicamento, de la dieta; pero sobre todo del sentimiento del colega que se acerque a él lo haga sentirse importante para él, para dedicarle su paciencia en tiempo que quizás necesita para otros afanes; pero por encima de todo está ese hombre o esa mujer que en esos momentos ve en quien lo examina, lo encuesta o lo aconseja una esperanza para mejorar su futuro. En esa obra mencionada por Bruni Celli aparece el humanista que no va a biografiar a un médico famoso sino a quien llegaremos a conocer con todas sus virtudes pues Fermín Vélez nos lo puso ante nuestros ojos.
En las palabras de Bruni Celli éste destaca dos virtudes de Vélez Boza su modestia y su humildad. Yo comparto esa opinión puesto que pude constatarlo cuando siendo el Presidente de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, yo ocupaba el cargo de Tesorera de la misma y jamás lo ví referirse a la cantidad de obras que había publicado ni de los reconocimientos que había merecido. Además encontré en él a un hombre sumamente honesto, con un alto sentido de responsabilidad y una dedicación total al cargo que ejercía. Jamás dejaba un cheque firmado en blanco, ni permitía que yo lo hiciera, teníamos que hacerlo juntos e ir nosotros mismos al banco a pagar lo que fuera necesario o a depositar cuando debíamos hacerlo. Fue gratificante y lleno de enseñanza el trabajo a su lado; pero sólo mucho tiempo después me enteré que esa persona sencilla a la vez que exigente que fue mi Jefe, era un médico nutrólogo, autor de 99 publicaciones cuando llegó a la Sociedad y de un número considerable después de ser miembro de la misma.
Fermín Vélez Boza: venezolano ejemplar, médico de una categoría sobresaliente, humanista en su concepción del ejercicio de la Medicina y autor de excelentes publicaciones, esposo y padre amoroso y comprensivo y amigo leal y consecuente siempre.
Así lo recordamos ahora y lo haremos en los años por venir en la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina.
Dra. Nora Bustamante
Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina.