Para establecer la relación entre el peso al nacer con la edad gestacional y con las siguientes variables antropométricas maternas: peso preconcepcional, IMC preconcepcional, ganancia de peso gestacional y talla, se evaluaron 1027 madres y sus recién nacidos, producto de embarazos simples, sin patología asociada, de hábitos saludables, estrato socioeconómico IV. Se calcularon descriptivos básicos, coeficiente de correlación de Pearson, estadístico Chi Cuadrado, test de Levene, ANOVA, Scheffé y se construyeron modelos de regresión múltiple y logística. El 65,3% de las gestantes eran eutróficas según índice de masa corporal preconcepcional, 61,9% de los recién nacidos fue "peso adecuado", 33,5% "peso deficitario" y 4,6% "peso bajo". Todas las correlaciones entre el peso al nacer con las variables antropométricas y la edad gestacional resultaron positivas y significativas. Hubo diferencia estadísticamente significativa de los valores de peso e IMC preconcepcional, peso al final del embarazo y edad gestacional entre los peso bajo vs. peso adecuado y peso deficitario vs. peso adecuado. Los modelos de regresión múltiple construidos no resultaron suficientes para predecir con precisión el peso al nacer. Las variables independientes del modelo de regresión logística con valor predictivo para peso deficitario fueron el peso preconcepcional materno (OR=1,04), el incremento ponderal (OR=1,07) y la edad gestacional (OR=1,20). Los indicadores antropométricos del estado nutricional materno resultaron indicadores predictivos y efectivos del peso deficitario al nacer, no así para el peso bajo. Se recomienda desarrollar modelos de regresión múltiple que analicen el poder predictivo de otros indicadores del estado nutricional materno o de otras variables maternas y fetales.
Palabras clave: peso al nacer, edad gestacional, estado nutricional, embarazo, peso corporal, índice de masa corporal, aumento de peso, estatura.
The objective was to determine the relationship between birth weight and gestational age and the following anthropometric variables: pre-pregnancy weight, pre-pregnancy body mass index, weight gain, and height. The sample consisted of 1,027 healthy mothers, of socioeconomic stratum IV, with newborns resulting from single pregnancies. The descriptive standards, Pearson correlation test, Levene test, ANOVA, and Scheffé were calculated. Multiple and logistic regression models were constructed. 65.3% of the pregnant women were well-nourished, according to pre-pregnancy BMI. 61.9%, 33.5% and 4.6% of newborns had appropriate, deficient, and low weight at birth, respectively. All the correlations between weight at birth and the mothers anthropometric variables were positive and significant. There was a significant difference of the values of pre-pregnancy weight, pre-pregnancy BMI, weight at the end of pregnancy and gestational age between low weight vs. appropriate weight at birth, and deficient weight vs. appropriate weight at birth. The multiple linear models constructed were not enough to accurately predict the weight at birth. The independent variables of the logistic regression model with a predictive value for deficient weight at birth were pre-pregnancy weight (OR = 1.04), weight increase (OR = 1.07) and gestational age (OR = 1.20). The anthropometric indicators of the maternal nutritional condition resulted effective and predictive of deficient weight at birth, but not of low weight. We recommend the development of multiple regression models that are able to analyze the predictive capability of other maternal nutritional status indicators, or of other maternal and fetal variables.
Key words: weight at birth, gestational age, nutritional status, pregnancy, body weight, body mass index, stature, weight gain.
La necesidad de evaluar el crecimiento y desarrollo fetal se ha convertido en una prioridad debido a la cantidad de niños con alteraciones del crecimiento prenatal, fundamentalmente en los países en vías de desarrollo (1). Durante los últimos años se ha observado un interés creciente relacionado con los efectos que tiene el estado nutricional materno sobre el producto de la gestación y el desarrollo infantil (2,3). El mismo radica en el hecho de que la desnutrición materna (tanto pre como gestacional) tiene consecuencias graves para el neonato dadas por la elevada incidencia de peso bajo al nacer, incremento de la tasa de mortalidad neonatal, retardo o detención del crecimiento y riesgo de déficit psicomotor posterior (4,5).
Entre los múltiples factores de riesgo que interfieren con el crecimiento fetal intrauterino, se ha determinado que los nutricionales, representados tanto por el peso preconcepcional como por la ganancia de peso gestacional de la madre y fundamentalmente la duración del embarazo, son los factores que mayor influencia tienen sobre el peso del producto de la concepción (6-9). La combinación de bajo peso preconcepcional de la madre y ganancia de peso deficiente durante el embarazo según estado nutricional materno, permiten catalogar a la madre como de alto riesgo de tener un recién nacido de peso bajo al nacer (10-12). Se ha descrito también un incremento de la mortalidad perinatal, neonatal e infantil en los recién nacidos en los que concurren dichos factores (11). A pesar de la importancia de la combinación antes señalada, se ha evidenciado que el peso preconcepcional materno, es un factor condicionante del peso del recién nacido, independiente del efecto que pueda tener tanto la ganancia ponderal como los otros factores implicados en el peso del producto de la concepción (11). Existen otras variables antropométricas que se considera reflejan también la situación nutricional de la embarazada entre las que se encuentran la talla y el índice de masa corporal (IMC). En relación a la talla, interpretada como un indicador de la historia nutricional pasada, existen observaciones sobre la relación de ésta y el peso al nacer (13). De igual manera, las madres con talla £ 143 cm tienen recién nacidos significativamente más pequeños que las madres más altas (14). Por otra parte algunos estudios evidencian una influencia significativa del IMC preconcepcional sobre el peso al nacer (5,15), mientras otros autores niegan esta relación (7).
Basado en estos planteamientos el objetivo fue establecer la relación entre el peso al nacer con la edad gestacional y con las siguientes variables antropométricas maternas: peso preconcepcional, IMC preconcepcional, ganancia de peso gestacional y talla.
La población estuvo constituida por 3065 madres y sus recién nacidos, de estrato IV según clasificación Graffar modificado para Venezuela (16), atendidas en el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital "Dr. Domingo Luciani" del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), las cuales constituyeron la muestra del estudio: "Evaluación del estado nutricional del recién nacido", desarrollado entre marzo de 1993 y agosto de 1994, financiado por el CONICIT (F148) (17).
De esa población se seleccionaron 1027 madres y sus recién nacidos (34%) que cumplieron con los siguientes criterios de selección: referidos a la madre: edad mínima de 16 años, fecha de nacimiento completa, embarazo simple, posibilidad de validación de las variables blandas: peso preconcepcional referido y peso al final del embarazo referido, incremento ponderal entre 5 y 23 kilos, ausencia durante la gestación de patologías (cardíacas, renales, diabetes, infecciones tipo síndrome de inmunodeficiencia adquirida, varicela y rubéola entre otras) y de hábitos tabáquicos y alcohólicos. Referidos al recién nacido: ausencia de malformaciones fetales, embarazos simples, a término (38 -42 semanas) y con certeza de la edad gestacional según fecha de última regla dado por el cumplimiento de los requisitos de validación del dato blando: fecha de última regla (FUR).
Las variables independientes estudiadas en la madre fueron: edad (años y meses), peso preconcepcional (PP) Kg, talla (T) cm, índice de masa corporal preconcepcional (IMCP) [Peso (Kg)/ Talla (m2)] kg/m2, peso al final del embarazo (PF) Kg e incremento ponderal total durante la gestación (IPT) Kg. Las variables analizadas en el recién nacido fueron: peso (Kg) (variable dependiente) y edad gestacional (semanas) (variable independiente) por cálculo computarizado, en base al total de días transcurridos entre la fecha de la última regla y la fecha del parto, fraccionado entre 7, y siguiendo el método de Battaglia y col (18).
Para la categorización del estado nutricional de las madres se utilizó el peso preconcepcional y el índice de masa corporal preconcepcional, utilizando los puntos de corte de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) (19) y del Instituto de Medicina (20) respectivamente. Basándose en estos puntos de corte las madres se clasificaron en:
La categorización del incremento ponderal se hizo según el estado nutricional de la gestante, considerándose adecuado, cuando el incremento estaba dentro de los siguientes rangos: 11,5 y 16,0 kilos para las eutróficas, de 12,5 a 18 kilos para las desnutridas y entre 7,0 y 11,5 kilos para las obesas (20).
La clasificación del estado nutricional de los recién nacidos según su peso permitió categorizarlos en peso bajo al nacer (PBN) (< 2.500 g), peso deficitario (≥ 2.500 y < 3.000 g) y peso adecuado al nacer (PAN) (≥ 3.000 g) (19).
Para el análisis descriptivo de los datos se calculó media, mediana, desviación estándar y rango. Para el análisis bivariante se obtuvo el coeficiente de correlación de Pearson, el estadístico Chi Cuadrado, test de Levene, ANOVA y Scheffé. Por último, para explicar el peso al nacer se construyó un modelo de regresión múltiple basado en todas las posibles regresiones y dos modelos de regresión logística basado en el método de incorporación progresiva (forward), con las categorías de la variable dependiente peso bajo al nacer vs. peso adecuado y peso deficitario vs. peso adecuado. En ambos modelos se incluyeron todas las variables antropométricas analizadas y la edad gestacional. Es de hacer notar, que aquellas variables que resultaron no significativas en cualquiera de los modelos no fueron consideradas en los resultados.
El procesamiento de los datos se realizó con el programa SPSS (Versión 9,0).
La categorización nutricional de las gestantes evidenció que el 39,0 % tuvieron un estado nutricional deficitario y 61,0 % resultaron eutróficas según el peso preconcepcional. Según el IMC preconcepcional una mayor proporción (66,3 %) eran eutróficas, 18,9 % fueron malnutridas en exceso y 15,8 % en déficit. El análisis del estado nutricional del recién nacido evidenció que el 61,9 % tuvieron peso adecuado al nacer, el 33,5 % peso deficitario y sólo el 4,6 % fueron peso bajo.
Los estadísticos básicos de las variables del estudio se muestran en el cuadro 1 y desagregados según las categorías peso bajo, peso deficitario y peso adecuado del recién nacido en el cuadro 2. En este último cuadro se encontró diferencia estadísticamente significativa de los valores del peso e IMC preconcepcional, peso al final del embarazo y edad gestacional entre los recién nacidos peso bajo vs. peso adecuado y peso deficitario vs. peso adecuado. De igual manera, hubo diferencia estadísticamente significativa del promedio del incremento ponderal de la embarazada entre los RN peso bajo vs. peso adecuado y por último, del promedio de la edad de la madre y de la talla entre los peso deficitario vs. peso adecuado.
Todas las correlaciones entre el peso al nacer con las variables antropométricas de la madre y la edad gestacional resultaron positivas y significativas, con valores que oscilaron entre 0,103 y 0,255.
El cuadro 3 se muestra que el porcentaje de RN con peso adecuado se incrementó significativamente a medida que aumenta la edad gestacional.
El cuadro 4 se evidencia un porcentaje significativamente mayor de recién nacidos "peso bajo" (6,5%) y "peso deficitario" (40,4%) en el grupo de madres con peso preconcepcional deficitario en relación a los RN del grupo de madres con dicho peso no deficitario. De igual manera, se aprecia que el porcentaje de RN peso bajo y deficitario se incrementó de manera significativa a medida que se intensificó el grado de desnutrición de las gestantes cuando se clasificaron según el IMC preconcepcional.
En el cuadro 5 muestra que el porcentaje de recién nacidos peso bajo disminuyó significativamente en el grupo de madres con ganancia de peso adecuada y alta. Por otra parte, se evidenció que el porcentaje de recién nacidos peso adecuado se incrementó de manera significativa a medida que aumentó el peso materno durante la gestación.
En el cuadro 6 se observa que los diferentes modelos de regresión múltiple construidos no son suficientes para predecir con precisión el peso del recién nacido, por otra parte, el peso preconcepcional estuvo presente en todos estos modelos.
El cuadro 7 evidencia el modelo de regresión logística con las variables independientes significativas para estimar la probabilidad que tiene un recién nacido de ser peso deficitario al nacer, encontrándose que el riesgo de tener un recién nacido de peso deficitario al nacer aumenta en un 1,04 al pasar de la categoría peso preconcepcional no deficitario a peso preconcepcional deficitario. De igual manera, este riesgo disminuye en 1,20 por cada semana en que aumenta la edad gestacional y en 1,07 por cada Kg de peso de incremento ponderal durante la gestación. Sin embargo, cuando los recién nacidos se clasificaron en peso bajo y peso adecuado el modelo tuvo poca capacidad predictiva.
La diferencia en la proporción de mujeres eutróficas, 66,3 % según IMC preconcepcional y 61,0% según peso preconcepcional se explica por la diferencia de las metodologías aplicadas en la categorización, lo cual obviamente implica también, diferencias en la sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo y negativo de acuerdo al indicador utilizado (21). El primer valor es bastante similar al reportado en un estudio realizado en un área semirural de Egipto, en el cual según dicho indicador el 64,50 % de las gestantes resultaron eutróficas (7), sin embargo, es superior al publicado en 1994, por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, Subcomité del Estado Nutricional y Ganancia de Peso de la Embarazada, quién realizó una investigación con 5854 mujeres, encontrando que el 60 % eran eutróficas según el IMC preconcepcional (22).
El promedio del peso preconcepcional materno fue similar al de otros países como Argentina, Colombia y Cuba, pero más alto que el de Guatemala (47,6 Kg) (23) y más bajo que el de México (64,4 Kg ± 14,25). En este estudio, en un 39,0 % de los casos existió un factor de riesgo de tener un recién peso bajo al nacer según lo establecido por la OMS basado en el peso preconcepcional materno.
El valor promedio de talla encontrada en esta investigación se ubicó por encima del valor considerado por la OMS como factor de riesgo de RCIU. Así mismo, se sitúa por encima de otros rangos también considerados como indicadores predictivos de riesgo de peso bajo al nacer (talla materna entre 143 y 148,5 cm) (13,24,25).
El valor promedio de ganancia de peso reportado en este estudio se corresponde con el recomendado por el Instituto de Medicina para una mujer eutrófica (20).
El porcentaje de peso bajo al nacer encontrado es bastante menor a la prevalencia reportada por el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) (26), para la fecha del estudio, 12,1 % para el año 1993 y 12,0 % para 1994. De igual manera, la prevalencia de PBN en el grupo de estudio fue menor a la reportada por la OMS en 1995 en diferentes países latinoamericanos (23), mientras el porcentaje de recién nacidos con peso deficitario es superior al reportado en años anteriores en otros países de Latinoamérica, entre los que se encuentran: Brasil 26,3 %, Cuba 24,0%, Costa Rica 22,5 %, Uruguay 20,5 % y Chile 19,5 % (4). Estos resultados deben ser motivo de reflexión, ya que se ha determinado que la tasa de mortalidad infantil es dos a tres veces mayor en los niños que nacen con peso deficitario que en aquellos cuyo peso al nacer es ≥ 3.000 g (4).
La diferencia estadísticamente significativa entre los valores del peso e IMC preconcepcional de las madres entre ambas categorías de peso al nacer (peso bajo al nacer y peso adecuado) coincide con lo reportado por Siega-Riz y col (27).
La correlación positiva y significativa observada en este estudio entre la variable dependiente y la talla, el peso preconcepcional y el IMC preconcepcional concuerda con el resultado obtenido por Neggers (28). Así mismo, Neel (14) y Gónzalez-Cossio (29) encontraron dicha correlación entre el peso al nacer y las dos primeras variables antropométricas maternas y Conzález-Cossio la demostró además con el incremento de peso y la edad gestacional. Otro investigador, Rosso, señaló correlación significativa entre el peso al nacer y la ganancia de peso materna durante la gestación expresada como un porcentaje del peso estándar (30). Estos resultados confirman la importancia que tienen algunas variables antropométricas maternas, que reflejan el estado nutricional sobre el producto de la gestación.
Es de hacer notar que aunque el peso preconcepcional estuvo presente en todos los modelos de regresión múltiple construidos en esta investigación, ninguno de ellos fue adecuado para predecir con precisión el peso del recién nacido, ya que el mayor valor para explicar la variabilidad del mismo fue de 9,3 %( R2 = 0,093). Este resultado contrasta con lo reportado en un estudio realizado en Egipto que incluyó las mismas tres variables independientes en el modelo de regresión. En este último estudio el modelo explicó la varianza del peso al nacer en un 45,0 % (R2 = 0,45) (7). La discrepancia de resultados entre ambos estudios pudiera deberse a la diferencia en el control de las variables entre los dos estudios, ya que en esta investigación la mayoría de las gestantes eran eutróficas, del mismo estrato socioeconómico, sin patologías asociadas, sin hábitos tabáquicos ni alcohólicos y todos los recién nacidos eran a término, mientras que en el estudio de Egipto las madres pertenecían a diferentes estratos socioeconómicos, había recién nacidos pretérmino y no se reportó el control de otras variables.
Por otra parte los estudios en los cuales los modelos explican la varianza del peso del RN en porcentajes de 20 % a 26 % incluyen un número de variables considerables (más de 7 variables) generando así modelos complejos e igualmente poco eficientes (29,31,32). Los resultados de esta investigación pudieran explicarse por dos razones: la primera que son otros los determinantes del peso del recién nacido, como los factores microambientales: uterinos, placentarios y fetales (1,33), y/o los factores macroambientales: nivel socioeconómico, enfermedades maternas (infecciones, hipertensión arterial, diabetes, sangramientos y anemia entre otras), los hábitos maternos (tabaco, alcohol, drogas y medicamentos) (1,34), la segunda que los indicadores nutricionales utilizados no son los mas sensibles para evaluar la situación de deterioro nutricional de estas madres, que pudiera estar mejor representada por las variaciones de los indicadores bioquímicos o dietéticos. Estos hallazgos señalan la necesidad de construir otros modelos de regresión a la luz de los señalamientos anteriores, con el fin de identificar las verdaderas variables predictoras del peso al nacer en esta población.
En relación a los resultados del modelo de regresión logística, es de hacer notar que a pesar de obtenerse un modelo débil para estudiar la probabilidad que tiene un recién nacido de nacer con peso bajo, lo que difiere de lo reportado por la OMS (19), se encontró un fuerte valor predictivo del peso preconcepcional, del incremento ponderal y de la edad gestacional para determinar la probabilidad de peso deficitario al nacer. Estos resultados no se pudieron comparar con los de otros estudios ya que estos sólo han investigado el valor predictivo de peso bajo al nacer.
Estos resultados permiten concluir que los indicadores antropométricos del estado nutricional materno resultaron indicadores predictivos efectivos del peso deficitario del recién nacido, no así del peso bajo al nacer. Sin embargo, debido a la ausencia de relación entre las variables maternas antropométricas y el peso al nacer se recomienda desarrollar estudios que analicen el poder predictivo del peso bajo al nacer de otros indicadores del estado nutricional materno u otras variables maternas o fetales y probar el valor predictivo de dichos modelos respecto al peso deficitario.