En el Municipio Andrés Eloy Blanco (MAEB), estado Lara, la desnutrición no se percibe como un problema de salud pública, a pesar de ser el municipio donde: se describió el primer caso de Kwhashiorkor, se creó el primer centro de recuperación nutricional y se realizaron las I Jornadas Nacionales de Nutrición en Atención Primaria de Venezuela. Allí, varias instituciones desarrollaban programas nutricionales de manera aislada y la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA) mancomunó sus esfuerzos formándose el Equipo Interinstitucional de Salud del MAEB, que diseñó el proyecto “Nutrición, base del Desarrollo Sustentable para el MAEB cuyo propósito era lograr el desarrollo sustentable del Municipio, utilizando la nutrición como base de ese desarrollo. Se presentan los antecedentes de su creación y los logros alcanzados en la promoción del desarrollo sustentable del municipio mediante la integración y participación, de las comunidades, la UCLA y otras instituciones, en el trabajo cooperativo. Se realiza un diagnostico participativo, se prioriza, se selecciona el problema y se elabora un proyecto comunitario, al cual se le hizo seguimiento hasta su resolución. El proyecto”Nutrición, base para el desarrollo sustentable del MAEB”, soluciona problemas de salud mediante el trabajo en equipo, la integración y participación comunitaria, generando cambios en los estilos de vida de los habitantes y mejoras en la calidad de vida de las comunidades participantes. An Venez Nutr 2008;21 (2): 101-109.
Palabras clave: Nutrición, desarrollo sustentable, trabajo en equipo, participación comunitaria, proyecto comunitario, Estado Lara.
In the Andrés Eloy Blanco Municipality (AEBM), Lara State, malnutrition is not perceived as a public health problem, although it was the municipality where: the first case of Kwashiorkor was described, the first center for nutritional recovery was founded and the locality in Venezuela where the First National Conference on Nutrition in Primary Assistance took place. There, several institutions were developing nutritional programs on their own. The Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA) joined together their efforts forming an interinstitutional health team for the AEBM, which designed the project: nutrition, basis of the sustainable development for the AEBM whose aim is to reach the sustainable development of the AEBM by using the nutrition as a base for that development. The backgrounds of its foundation is presented as well as the goals reached by the project in the promotion of the sustainable development of the municipality by the integration and participation of communities, the UCLA and other institutions in the cooperative working. A joint diagnosis is made, it is prioritized, a problem is chosen and a community project is made, monitoring its development until the problem is solved. The project: Nutrition, basis of the sustainable development for the AEBM, solves health problems by team work, community participation and integration, producing changes in the lifestyles of the population and improving the quality of live of the participating communities. An Venez Nutr 2008;21 (2): 101-109.
Key words: Nutrition, sustainable development, team work, community participation, community project, Lara state.
Solicitar copia a: Mario Pastor Torres Villanueva, Avenida “José Félix Rivas” No 137. Urbanización “Los Libertadores”. Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela. Teléfonos: (58–251) 254–57–69 y (58–416) 651–08–35. E–mail: mariotorresvi@gmail.com
El no padecer hambre y una alimentación y nutrición adecuada son los primeros y más importantes derechos humanos, pero el cumplimiento de ellos en América Latina es aún muy débil; “son derechos desnutridos” según el Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (1).
La desnutrición limita el potencial intelectual de una nación, al provocar un daño irreversible al desarrollo físico, mental y social de los niños (as), cuando está presente desde la concepción hasta el segundo año de vida. Y en el mundo de hoy, son los recursos intelectuales, más que los recursos naturales o físicos, los que cada vez con mayor frecuencia determinan el poder de una nación. ¿Cómo puede una nación competir internacionalmente cuando entre el 20 y el 50 por ciento de su población está intelectualmente comprometida? Ninguna nación puede darse el lujo de desperdiciar su mayor recurso: el poder intelectual de su gente. Sin embargo, precisamente es esto lo que está sucediendo en lugares donde el bajo peso al nacer es común, donde los niños no alcanzan su potencial real de crecimiento, donde las deficiencias de micronutrientes dañan permanentemente el cerebro y donde la anemia y el hambre a corto plazo limitan el rendimiento escolar (2).
La alimentación y la nutrición son piezas esenciales y el primer paso para el logro desarrollo del capital humano y de la reducción de la pobreza. Son esenciales para el aprendizaje, el cuidado de la salud y la estimulación psicosocial y que aplicadas tempranamente previenen la desnutrición y su efecto deletéreo sobre la capacidad intelectual de los individuos (3,4). En el mundo de hoy la inversión en nutrición es una necesidad, no un lujo, da poder a la gente y a las comunidades y al hacerlo, estimula el proceso de desarrollo y conduce a una reducción de la pobreza. Ahora es el momento de invertir en nutrición como una herramienta para prevenir, mitigar y manejar las crisis por varios motivos: 1.- Alivia el malestar social subyacente en el conflicto violento. 2.- Reduce la vulnerabilidad humana que transforma a los impactos sistémicos en desastres humanitarios y 3.- Disminuye la tasa de mortalidad y promueve el retorno oportuno a un desarrollo equitativo y duradero después de la crisis, porque seres humanos bien nutridos retribuyen a la sociedad mayor capacidad de aprendizaje, gastos más bajos en salud y una mayor productividad social y es por ello que los programas de nutrición comunitaria, son hoy y lo serán en el futuro; la trinchera más firme en la lucha contra la desnutrición, y los promotores de la calidad y bienestar de vida de las poblaciones (2,4-7).
El Municipio Andrés Eloy Blanco (MAEB) se encuentra ubicado al suroeste del Estado Lara entre los 09º 31´ 35´´ y 09º 49´ 12´´de latitud norte y los 69º 20´ 20´´ y 69º 43´ 46´´de longitud oeste y situado en la falda de la Cordillera de los Andes a una altura que oscila entre 1.300–2.000 msnm, con una superficie de 708 Km2; pluviosidad anual entre 800–2.000 mm con un período lluvioso que se extiende de abril a diciembre y temperaturas anual: mínima de 15oC, media de 20oC y máxima de 26oC y dividido políticamente en tres parroquias: Pío Tamayo, Yacambú y Quebrada Honda de Guache cuyas capitales son Sanare, La Escalera y La Bucarita respectivamente (8-10).
La actividad económica del municipio es netamente agrícola y los rubros de producción más importantes en el año 2003 fueron: café 36,8%; ajo 25,9%; caraotas 24,9%; papa 21,8% y repollo 21,5% del total de la producción del estado respectivamente. Mientras que su producción pecuaria es muy pobre, representando el ganado bovino el 1,6% y el porcino el 0,2% de la producción del estado. Es el municipio más pobre del Estado Lara, con necesidades básicas insatisfechas (NBI) entre el 75–90% (8, 11-13).
Esta publicación, persigue difundir algunos de los logros obtenidos por la comunidad con su participación activa en la realización del proyecto “Nutrición, base del Desarrollo Sustentable para el Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara”.
El objetivo general del proyecto consiste en lograr el desarrollo rural sustentable del Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara, teniendo a la nutrición como base fundamental de ese desarrollo, con la participación activa de las comunidades, de las instituciones que laboran en el Municipio y con el apoyo e intermediación de las actividades universitarias de docencia, investigación, extensión y gestión.
El proyecto se lleva a cabo fundamentalmente en las comunidades donde realizan sus pasantías los estudiantes de enfermería y medicina (Bojó, Caspo, Cerro Blanco, Cerro Negro, El Caspito, El Portachuelo, El Placer, La Bucarita, La Cruz, La Escalera, Las Quebraditas, Miracuy y San Antonio de Guache); la sumatoria de la población de esas comunidades es de 13.662 habitantes, lo que representa el 32,4% de la población del municipio. Además, se atienden otras comunidades donde no se tienen estudiantes como Agua Viva, El Jarillal, El Seminario, El Timonal, Loma Curigua, Palo Verde, Piedra de León (comunidades donde se está suplementando con zinc a los niños cuyas edades están comprendidas entre 2–6 años); Sabana Redonda y Yay (comunidades donde se lleva a cabo proyectos de extensión en piscicultura y caprinos).
En las comunidades atendidas por los estudiantes se desarrollan actividades universitarias de docencia, investigación, extensión y gestión. Se realiza en cada una de ellas el diagnóstico comunitario participativo a través de la Técnica de Identificación de Problemas (14) para lo cual se convoca una Asamblea de los Habitantes de la Comunidad y conjuntamente con los estudiantes y uno de los responsables del equipo del proyecto, se forman grupos de trabajo de 5 a 8 personas; cada grupo identifica los problemas y luego los lleva a una reunión plenaria y se procede a la jerarquización y priorización de los mismos, utilizando una Tabla de Jerarquización donde se anota cada uno de los problemas identificados y se asigna un puntaje que va de 0 a 2 puntos según nueve criterios establecidos (Frecuencia, Gravedad, Solución, Progresión, Modificación, Deseabilidad, Registro, Utilización de Recursos Adicionales y Accesibilidad para el problema), los resultados se suman y de acuerdo al mayor valor del puntaje obtenido, se considera como el más prioritario y con base a él se procede a elaborar un proyecto que conduzca a su solución, a éste se le hace un seguimiento para constatar que se ha logrado su resolución.
Antes de 1.997 la pasantía de la asignatura Medicina Integral en el Medio Rural y Administración Sanitaria (MINRAS), correspondiente al sexto año del pensum de la carrera de medicina del Decanato de Ciencias de la Salud (DCsS) de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA), se realizaba en los hospitales tipo I pertenecientes al Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS). A partir de ese año por decisión del Departamento de Medicina Preventiva y Social (DMPS) la pasantía se traslada a los ambulatorios rurales tipo II (AR II).
El MAEB no cuenta con AR II, por lo que ha debido cerrarse la pasantía en dicho municipio, si se es coherente con las decisiones que se toman, por esta razón la coordinación de la asignatura en el MAEB decide enviar a los estudiantes a ambulatorios rurales tipo I (AR I) o a comunidades carentes de AR I donde no se cuenta con personal médico.
En 1997 se inicia, las actividades de la asignatura MINRAS en las comunidades de El Caspito, La Cruz y Miracuy (ésta sin AR I), pertenecientes a la Parroquia Pio Tamayo y para el año 1.998 comienzan las actividades de MINRAS en las comunidades de La Escalera (capital de la Parroquia Yacambú) y San Antonio de Guache (Parroquia Quebrada Honda de Guache), esta última por quejas del Directordel Hospital Pediátrico “Agustín Zubillaga” de Barquisimeto debido a la alta morbilidad y mortalidad de niños con Desnutrición Severa (Marasmo y Kwhashiorkor).
En el año 2.000 comienzan las pasantías de la asignatura Enfermería Integral II (Rural) correspondiente al décimo semestre del pensum de la carrera de Enfermería, las primeras pasantes inician sus actividades en las comunidades de La Escalera y San Antonio de Guache.
En el periodo 1.997–2.000 el MAEB presenta los mayores índices de pobreza dentro del Estado Lara con más del 75 % de Necesidades Básicas Insatisfechas, con una población que se encuentra en el estrato de pobreza extrema y unos indicadores de salud alarmantes que duplicaban los indicadores del Estado Lara: Tasa de Mortalidad Infantil de 27,05x1.000 NVR, Tasa de Mortalidad Neonatal de 19,50x1.000 NVR y Tasa de Natalidad de 21,01x1.000 habitantes (15) y San Antonio de Guache presentaba una Tasa de Mortalidad Infantil de 57,00x1.000 NVR siendo la desnutrición severa la principal causante de las muertes infantiles en esa comunidad.
La alimentación en las comunidades está constituida fundamentalmente por carbohidratos (pastas, arepas de harina de maíz, plátanos, papa y yuca) y entre los granos las caraotas seguida por los quinchonchos, las carnes, pescados y lácteos entran muy escasamente en la alimentación y lo que más se consume es la mortadela. A pesar de que abundan las frutas estas son poco consumidas por prejuicios sociales, así se tiene que los hombres no consumen el limón porque produce disfunción eréctil y la mujer porque altera la menstruación, ni se diga de los vegetales, estos son considerados como monte y deben ser dados exclusivamente a los animales.
En esa época, sólo las comunidades de La Cruz, La Escalera y San Antonio de Guache contaban con infraestructura de salud (AR I) y estos establecimientos se encontraban en un estado físico deplorable, pues los habitantes de estas comunidades consideraban a estos establecimientos como propiedad del gobierno, no de la comunidad, no existía sentido de pertenencia y las comunidades de El Caspito y Miracuy ni siquiera poseían infraestructura para prestar actividades de salud.
En 1.997 se encontraban en el municipio cinco instituciones [Unidad de Cuenca del Sistema Hidráulico Yacambú–Quíbor C.A (SHYQCA), Unidad de Investigación y Control de Enfermedades Endémicas Sanare (UNICES–Sanare), Alcaldía del MAEB, Hospital Tipo I “José María Bengoa” y la UCLA a través de los Decanatos de: Ciencias de la Salud y Ciencias Veterinarias] trabajando aisladamente a través de proyectos [Como alimentarse en tiempo de crisis; Creación de Huertos Familiares; La Cabra, la vaca del pobre y Asistencia Curativa y Preventiva del Desnutrido] aristas diferentes de un problema común, la desnutrición.
El MAEB es conocido como uno de los pilares más fuertes del Estado Lara en lo que respecta a organización comunitaria y cooperativismo, esto se observa en Sanare y comunidades cercanas a Sanare. No ocurría lo mismo con las comunidades alejadas de la capital del municipio donde la organización comunitaria es deficitaria o inexistente.
De la conformación del EIS–MAEB persisten las relaciones interinstitucionales con la Unidad de Cuenca del SHYQCA ya que se utilizan sus locales para las reuniones intercomunitarias y para la realización de los cursos y talleres de capacitación a las comunidades, con el Hospital “José María Bengoa” quien suministra los medicamentos, vacunas e implementos a los estudiantes para llevar a cabo la asistencia sanitaria a las comunidades y con la Alcaldía del MAEB quien por intermedio de las comunidades aporta el financiamiento para el desarrollo de los proyectos comunitarios.
Construcción de los locales para las Farmacias Comunitarias de La Cruz y Las Quebraditas; construcción de la Red de Distribución de los Acueductos Rurales de El Caspito, La Escalera y Miracuy.
Construcción de baños, letrinas y pozos sépticos sumideros en las escuelas de La Cruz y Miracuy y en las viviendas de El Caspito y Miracuy.
Se logró recolectar 10.000 Bs Fuertes para la compra de una parcela, donde el gobierno nacional construyó una escuela bolivariana.
En San Antonio de Guache se lograron dos locales para el funcionamiento de dos hogares de cuidado diario, los primeros que se logran para este medio rural.
Se construyeron 6 lagunas para el cultivo de peces, una en Cerro Negro, tres en San Antonio de Guache y dos en Miracuy.
Está en formación, en San Antonio de Guache, una Granja Integral por parte de un habitante de la comunidad, hasta ahora se ha logrado la introducción de ganado caprino en la zona.
El proyecto ha producido impacto en la organización comunitaria, lo cual se evidenció, al comparar el desarrollo social a través de indicadores de desarrollo sociocomunitario entre las comunidades de La Escalera (intervenida con el proyecto) y Miraflores de Guache (no intervenida con el proyecto). Así, el 97,1% de los encuestados de La Escalera (n=207) consideró la organización de su comunidad en las categorías de muy buena, buena y regular y el 100% de los encuestados de Miraflores de Guache (n=220) consideró que la organización de su comunidad estaba en las categorías de regular, mala y muy mala (23).
La participación comunitaria fue valorada entre buena y regular por el 100% de los participantes de La Escalera y entre regular y mala por el 100 % de los participantes de Miraflores de Guache (23).
El 100% de los participantes de La Escalera consideraron que el desarrollo de su comunidad se encuentra en las categorías de bueno y regular, en cambio el 100% de los de Miraflores de Guache lo catalogaron en las categorías de regular y malo (23).
El 74,4% de los encuestados de La Escalera consideraron que se la cantidad de cambios observados durante los dos últimos años se encontraban entre las categorías de muchos y algunos y sólo el 25,6% consideraron como pocos o ningún cambio y en lo que se refiere a Miraflores de Guache el 100% consideró que se habían producido pocos o ningún cambio en esa comunidad (23).
La atención en salud continúa brindándose a las comunidades con la presencia de los pasantes de enfermería, medicina y el equipo de salud de la UCLA. El proyecto ha influido en la valoración de la situación de salud, puesto que, el 100 % de la población encuestada de La Escalera consideró que la situación de salud en dicha comunidad se encuentra entre las categorías de buena y regular, mientras que el 100% de los encuestados en Miraflores de Guache la consideran entre regular y mala (23).
Además, ha ido cambiando la cultura sanitaria de la población en las comunidades intervenidas, hecho que está bien señalado en el testimonio de un entrevistado: “Aquí las mujeres antes de venir la UCLA les daba miedo hacerse una citología, aquí las mujeres no venían al ambulatorio, aquí las mujeres le tenían fobia a los centros de salud, los niños eran barrigones, los niños no se desarrollaban bien; después que se metió la gente de la UCLA acá esto ha cambiado mucho, totalmente ha cambiado, eso si lo he visto yo” (17).
Otros comentarios que destacan los logros en salud son: “Estamos atacando también la desnutrición que hay en la comunidad”; “Se ha ido pues consolidando progresivamente los logros en materia de salud a través de la disminución de la desnutrición”; “Andrés Eloy estaba repuntando la desnutrición, entonces a través del proyecto del Dr. Mario pues hemos tenido más salud, eso nos ha ayudado mucho a disminuir los niveles de desnutrición” (17).
En lo que respecta al consumo de vegetales y frutas este se viene introduciendo a través del proyecto de los Huertos Familiares, Escolares y de los Ambulatorios la producción se dá maravillosamente bien pero uno de los problemas que presentan es la falta de sustentabilidad y a través de la educación nutricional y cocinando con los responsables de los huertos nos parece que se logrará la sustentabilidad de los mismos. Esta afirmación nos permitimos hacerla porque el último proyecto que presentó la comunidad de El Caspito con sus estudiantes en Bojó fue los Huertos Familiares como estrategia para la educación nutricional, para el consumo, la preparación de recetas de cocinas y así las estudiantes introdujeron la siembra de acelgas, berenjenas, espinacas, rábanos entre otros, cocinando con los niños, los padres y los adolescentes enseñaron el consumo de estos alimentos exóticos para estos campesinos y lo que más les llamó la atención fue la chicha de berenjena, al igual que a varios de los integrantes del equipo responsable del proyecto.
En lo que se refiere a la introducción de los lácteos se viene logrando con la cría de cabras productoras de leche, para la obtención y consumo de carne a través del sacrificio de los machos y a través de las hembras para la producción de leche y queso, para ello se ha llevado a un grupo de campesinos interesados en este rubro a compartir experiencias comunitarias con productores de caprinos en granjas de Bobare y Paso Real (Estado Lara) y del Estado Falcón (Coro y Punto Fijo) y en ese viaje se aprovechó de llevarlos el día domingo a Cayo Sal para un baño de playa y para que conocieran el mar ya que la gran mayoría de los que asistieron no lo conocían. Hasta ahora existe el interés de llevar a cabo esta actividad tres familias en San Antonio de Guache, donde una de ellas ya ha avanzado bastante en la construcción de una granja integral y se ha venido preparando en la elaboración de quesos; dos en La Bucarita, dos en La Escalera, uno en Miracuy y dos en Yay. Hay que destacar que en San Antonio de Guache, donde existe un alto índice de desnutrición (alrededor del 60% de la población menor de 15 años presenta desnutrición crónica), (19), compran la leche de cabra para alimentar a sus perros y no para dársela a sus hijos, el equipo en conjunto con los estudiantes está en la elaboración de estrategias para lograr que la leche que se da a los perros sea dada a los niños.
Hay que destacar aquí que durante la capacitación a los futuros productores se les está incentivando y comprometiendo con la responsabilidad social que tienen con la comunidad y se aspira que al tener una buena producción asignen al comedor escolar un día, bien sea semanal, quincenal o mensual donde aporten por ejemplo el vaso de leche escolar de un día para la población escolar o el almuerzo de un día con cachama y con la producción de los huertos familiares y todos ellos están de acuerdo para cumplir con esta responsabilidad social.
El proyecto también ha impactado la alimentación y la nutrición en las comunidades rurales donde se lleva a cabo, lo cual queda demostrado, al valorar la alimentación el 29,3% de las personas encuestadas en La Escalera consideraron que la alimentación ha mejorado mucho, el 57,0% que ha mejorado poco y el 17,4% restante consideró que no ha cambiado y en lo que se refiere a Miraflores de Guache, el 30,9% consideró que la alimentación en su comunidad ha mejorado poco, el 65,0% consideró que no ha cambiado y el 4,1% consideró que ha empeorado (23).
El impacto, en está área, también queda evidenciado en los testimonios de los habitantes encuestados para la tesis de especialización: “Mira el proyecto de nutrición nos ha permitido mejorar, cambiar la calidad de vida, seguir nosotros adelante, que los niños vayan alimentándose como deben.”; “Con el programa de los peces, con los huertos sobre todo por ejemplo la Universidad donó mucha semilla de comida, bastante, el otro año para que solventáramos ese problema de salud como lo es la desnutrición.”; “Desde que conocí al doctor Mario nunca nos ha faltado un huerto familiar en la casa.” (17).
Otro hecho a destacar, consiste que a partir del 04 de julio de 2008 durante la presentación de los proyectos comunitarios en Bojó, las diez comunidades se comprometieron a elaborar y a ejecutar un proyecto comunitario por sí solos, los cuales serán presentados en Caspo dentro de 16 a 18 semanas, con esta actividad se da la transferencia de las actividades que se vienen llevando a cabo en el MAEB.
Como conclusión el Proyecto: “Nutrición, base del Desarrollo Sustentable para el Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara, Venezuela” está logrando el desarrollo sustentable de las comunidades del MAEB que vienen participando en el, tal como lo señala un testimonio de uno de los habitantes de las comunidades participantes: “Después que se metió la gente de la UCLA acá, esto ha cambiado mucho, totalmente ha cambiado, eso si lo he visto yo” (17). Además, tanto la comunidad de La Escalera como la de Miraflores de Guache reconocen que la participación y la influencia de un equipo de salud es muy importante en una comunidad (99,6% para La Escalera y 100% para Miraflores de Guache) y en lo que respecta al beneficio de las actividades del equipo de salud el 94,6 % de La Escalera y el 99,5% de Miraflores de Guache, consideran que las actividades del equipo de salud son beneficiosas para la comunidad (23).
Recibido: 26-07-2008
Aceptado: 28-10-2008