Enero 2018, Desnutrición Grave. Hospital de niños J.M de Los Ríos, Caracas. El incremento en el volumen de niños(as) que acuden a este centro con desnutrición, es una muestra palpable del grave deterioro de su estado nutricional, victimas silenciosas de la difícil situación que presenta el país. La desnutrición es la causa que subyace como principal determinante del incremento en la mortalidad infantil en los últimos años. Entre 2015 y 2017 la desnutrición en los niños se incrementa de 65% a 85% y la desnutrición grave de 5% a 20% respectivamente. (Ingrid Soto de Sanabria. Comunicación Personal, enero 2018).
Diciembre 2017. Malnutrición infantil. En algunos estudios de la Fundación Bengoa en distintas localidades se observa que la desnutrición en sus formas moderada y severa ha venido en ascenso. En 241 niños de 3 a 5 años en tres escuelas en las ciudades de Maracaibo, Mérida y Caracas en zonas periurbanas, de niveles socioeconómicos bajos en 2017 el porcentaje de niños con talla adecuada para su edades de 72,2%, la prevalencia de retraso de crecimiento moderado y severo (talla baja y talla muy baja) de 11,7% y en riesgo se observa 14,9%. El retraso afecta a 12 niños de cada 100, los cuales tienen alterado su crecimiento físico y lo más grave, es que puede existir un compromiso importante en su desarrollo intelectual. La situación de vulnerabilidad se complica al observar que 15 de cada 100 niños se encuentran en situación de riesgo de talla baja. Igualmente el deterioro nutricional se expresa en el porcentaje de niños desnutridos agudos (indicador peso-talla), emaciados y emaciados severos que alcanza 12,2% , en riesgo 29,0%, peso adecuado 54,8% y sobrepeso 0,4%. Un hallazgo importante es el bajo porcentaje de niños con sobrepeso, que era habitual observar en estas comunidades. Las maestras refieren que los niños asisten a la escuela más por comer que por estudiar, por esta razón, cuando no hay alimentos las madres no envían a los niños a la escuela.
Otro estudio, en 103 niños (as) de 2 a 13 años en una comunidad periurbana del Municipio Baruta en Caracas 2017, el porcentaje de niños con retraso de crecimiento moderado y severo (talla baja y talla muy baja) es de 22,3% y el riesgo de talla baja de 5,8%. El porcentaje de niños con desnutrición aguda (indicador peso-talla) moderada y severa es de 5,8% y en riesgo de bajo peso 29,1%, mientras que 1,8% de los niños presentan sobrepeso y 63,1% presentan peso adecuado. Estos resultados confirman la vulnerabilidad nutricional de los niños en estas comunidades como consecuencia de la dificultad que enfrentan las familias para alimentarse.
Agosto 9, 2017. La crisis avanza, la emergencia alimentaria también. Alejandro Gutiérrez S , SIC (Sep.-Oct. 2017); 79, 798: 350-354, Caracas: Centro Gumilla.
Abril 2017. Caritas. Monitoreo de la Situación Nutricional en Niños Menores de 5 años Venezuela: Distrito Capital, Vargas, Miranda y Zulia. Marzo-abril 2017. La información recogida por el sistema se obtuvo en parroquias específicas de 4 entidades federales del país, en los estados Miranda, Vargas, Zulia y Distrito Capital La selección de parroquias para operar los sitios centinela se hizo siguiendo los principios básicos del muestreo para monitoreo centinela del estado nutricional: -Muestreo no aleatorio- muestreo intencional, para tener la mayor representatividad posible, no de toda la población, sino de las zonas más vulnerables y de su tendencia a empeorar a situaciones críticas en el marco de la crisis-muestreo predictivo las entidades seleccionadas se escogen bajo el criterio de que, si la desnutrición ocurre, estos lugares y sus grupos de población serán los primeros en verse De estos principios de muestreo se establece que la información de los boletines del sistema S.A.M.A.N no es representativa de los municipios, ni de las entidades federales respectivas, y mucho menos del país, sino representativos de la situación de las parroquias monitoreadas y sus sectores y de la tendencia hacia el agravamiento de crisis determinadas en el contexto en el que estas parroquias existen. Las parroquias con la mayor prevalencia de desnutrición aguda global están en Zulia (13%), Vargas (12%) y Miranda (11%). En las parroquias de todos los estados evaluados (con la excepción del Dto. Capital) los niveles de las formas más intensas de desnutrición Aguda Moderada y Severa (desnutrición aguda global) superan, en todos los casos, el umbral de severidad establecido por la OMS. Distrito Capital supera por primera vez desde que este sistema se instaló hace 6 meses, alcanza el nivel de alarma dada la severidad de la escala del problema a nivel poblacional. En toda el área que incluye a las parroquias evaluadas en este período la situación nutricional pasa de una situación de alarma a una de crisis y los niños menores de 2 años son el grupo de edad más afectado. De todos los niños con desnutrición detectados, 45% tenía menos de 2 años y el 14% tenía menos de 6 meses. La tendencia. desnutrición aguda global (GAM) entre el último trimestre del 2016 y abril 2017 indica que la proporción total de niños con déficit nutricional en alguna de sus formas (desnutrición aguda leve, moderada, severa y riesgo de tenerla), aumentó de 48% a 54% desde febrero 2017 y 2% desde el último trimestre del 2016. La prevalencia de desnutrición aguda moderada y severa (global) subió proporcionalmente. Entre febrero y abril 2017 aumentó 1% y desde el inicio del monitoreo en octubre 2016 aumentó 2.3 puntos porcentuales. El aumento de la desnutrición aguda grave en este bimestre se puede atribuir más al deterioro nutricional en abril. El deterioro nutricional ocurrió en las parroquias de todos los estados, pero fue más intenso en Miranda y Dto. Capital. Las parroquias de Vargas y Zulia siguen siendo las más afectadas, con 12% y 13% de los niños menores de 5 años afectados por desnutrición aguda grave. Las conclusiones: a) Entre marzo y abril 2017 se revirtió la tendencia a que disminuya la proporción de niños con las formas leves de desnutrición o que están en riesgo de tenerla (niños en deterioro) registrada los dos primeros meses del año. b) Se observa un aumento de la tendencia de los niños con riesgo de déficit nutricional y con desnutrición leve, moderada y especialmente severa. c) En todas las parroquias analizadas en conjunto, las formas graves de desnutrición (desnutrición aguda global) aumenta a 11.4%. En diciembre del 2016 fue de 8.9% en febrero 10.2%. El umbral de crisis establecido por OMS para designar esta proporción como una situación de severidad Seria ya se superó con este incremento (en toda las parroquias y estados del programa), con la excepción del Dto. Capital que, sin embrago, pasó de una situación aceptable a una de alarma). d) El grupo de edad más afectado siguen siendo los niños menores de 2 años (45% de los desnutridos), en especial los menores de 6 meses (14% de los desnutridos). e) La diversidad de la alimentación familiar aumentó 1 punto, pasando de 5 a 6 grupos diferentes de alimentos, pero el aumento fue a expensas del consumo de tubérculos y disminución del consumo de carnes, huevos y lácteos, los cuales son críticos para la prevención de la anemia, el crecimiento y el desarrollo infantil y embarazos seguros y saludables. Texto Completo http://caritasvenezuela.org/wp-content/uploads/2017/12/Cuarto-Bolet%C3%ADn-SAMAN-Julio-Agosto-2017.-Caritas-de-Venezuela-1.pdf
25 de abril de 2017. FAO reconoce crisis alimentaria en Venezuela. Venezuela afronta una grave crisis, que está lejos de aliviarse. En su Reporte Global de Crisis Alimentarias 2017, la FAO señala que el “empeoramiento de la situación económica en Venezuela puede causar una fuerte escasez de bienes de consumo, incluyendo comida y medicina. Por tanto, la seguridad alimentaria necesita ser monitoreada ”.Sin embargo, la organización apunta que carece de datos confiables y actuales sobre la situación del país. La FAO estudió a 48 países, de los cuales 22 afrontan graves crisis alimentarias este año, por lo que advierte que se debe extremar la vigilancia y actuar para prevenir nuevas hambrunas. El informe también afirma que se necesitan más fondos para estudiar países donde no se tienen datos recientes suficientes o hay discrepancias entre organizaciones sobre el nivel de inseguridad alimentaria, como son los casos de Venezuela, Corea del Norte, Eritrea y Pakistán. Este planteamiento del organismo contrasta con su posición anterior: ha otorgado a Venezuela dos premios por la “reducción de la pobreza y el hambre”. Venezuela afronta una grave crisis, que está lejos de aliviarse. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe indicó ayer que la economía del país caerá 7,2%, que coincide con la proyección publicada la semana pasada por el Fondo Monetario Internacional, que calculó una contracción del producto interno bruto de 7,1%.“La grave crisis humanitaria que está en curso se ve complicada por el empeoramiento de la pobreza, el colapso del sistema de salud, crecientes preocupaciones en materia de seguridad y un éxodo cada vez mayor de gente a países vecinos”, señaló el FMI. Texto completo: El nacional. www.el-nacional.com/noticias/economia/fao-reconoce-crisis-alimentaria-venezuela_178887
25 de Abril de 2017. Ante la tímida reacción de un grupo de agencias internacionales sobre la situación de Venezuela. El Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), el Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV (CENDES), la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, la Fundación 5 al Día, el Centro de Investigaciones Agro-Alimentarias de la Universidad de Los Andes (CIAAL), y el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela en respuesta al Reporte Global sobre Crisis Alimentarias 2017, de la Red de Información de Seguridad Alimentaria (FSIN, por sus siglas en inglés) que incluye a la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia). Aclaran lo siguiente:1-La escasez de medicamentos y alimentos llegó y se instaló desde hace varios años en el país y solo en 2016 hubo 120 casos de desnutrición severa en el Hospital de Niños JM de Los Ríos, el centro pediátrico más importante de Venezuela, y estudios de varias ONG confirman la progresividad de una crisis alimentaria de instalación lenta, que se ha agudizado en los últimos tres años, por lo tanto, no es cierta la aseveración de que la escasez de alimentos y medicamentos “podría instalarse” en el país. 2-Los trabajos de la comunidad científica-académica venezolana existen y están publicados. Además de la data oficial sin publicar y documentos de las diferentes ONG que han trabajado arduamente en la vigilancia para producir datos en momentos tan difíciles. 3-Exhortamos nuevamente a las agencias internacionales a recordar el mandato del Sistema de Naciones Unidas, “Derechos Humanos Primer Lugar” -Human Rights Up Front- publicada por el entonces Secretario General Ban Ki Moon en 2013, en la que se exhorta a las agencias del Sistema de Naciones Unidas a que asuman como prioridad la protección de los derechos humanos y de la población civil, tal y como está establecido en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta iniciativa de carácter preventivo intenta que la población civil no sufra daños en condiciones que pueden prevenirse. Lamentablemente en Venezuela este mandato no se cumplió. Texto completo: https://www.ovsalud.org/publicaciones/alimentacion/, https://www.fundacionbengoa.org
17 de febrero de 2017. Informe de la FAO omitió información sobre la crisis venezolana. El Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), el Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela, la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, la Fundación 5 al día, el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela y el Centro de Investigaciones Agro-Alimentarias de la Universidad de Los Andes (CIAAL), en conjunto con varias organizaciones, ante el informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional: Sistemas alimentarios sostenibles para poner fin al hambre y la malnutrición. América Latina y el Caribe, 2016”, preparado por la FAO, OPS/OMS, indican que omite información sobre la realidad del país. La situación alimentaria en Venezuela está en franco deterioro desde 2012, año en que la FAO otorga el primer reconocimiento a Venezuela por “haber alcanzado anticipadamente la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio número uno (ODM-1): “Reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre para 2015”, cuando ya empezaba la escasez de alimento, el desabastecimiento y el incremento desmedido de la inflación. Durante el último trienio 2014-2016, el deterioro de la situación se ha profundizado y, los indicadores de alimentación, nutrición y salud han exhibido cifras nunca antes vistas en Venezuela, con el surgimiento de fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre en la población, en especial en los grupos vulnerables. Este informe de 2016, se nutre de los datos del Instituto Nacional de Estadística de Venezuela, pero llama la atención que diversos aspectos relevantes, a nuestro juicio, no se analizan. Se señala que América Latina y el Caribe (ALC) se adelantó al resto del mundo al establecer sus propias metas para la erradicación del hambre para el año 2025. Igualmente, que los países de la región adquirieron compromisos al aprobar el “Plan de aplicación integral sobre nutrición materna, del lactante y del niño pequeño”, donde “se comprometieron a disminuir la desnutrición, el sobrepeso, la anemia y a aumentar la prevalencia de la lactancia materna antes del 2025”. También se plantea que “para ALC el 2015 significó el cierre de un ciclo positivo en particular, referido al objetivo 1 (ODM1) de “erradicar la pobreza extrema y el hambre”…. “en efecto, la pobreza extrema se redujo en un 66% en la región y la proporción de población en edad laboral empleada subió, así como también la prevalencia de la subalimentación, indicador neto de los ODM, bajó de 14,7% a 5,5%”. La generalización encubre la disparidad de los fenómenos en algunas naciones. Lamentablemente para los venezolanos el 2015 no ha sido un año de cierre de un ciclo exitoso, debido al aumento de la pobreza extrema (49,9%), la escasez de alimentos (entre 50%-80% en rubros básicos), el incremento de la desnutrición y una escalada inflacionaria (315%) que un año más tarde alcanzaría la inflación más alta del mundo (superior al 600%). Se enfatiza que “además de dar continuidad a los ODM”, “cuentan con dos características adicionales”: 1- “erradicación completa de muchos de los problemas sociales y 2- proponen marcos amplios de implementación y seguimiento” a los compromisos asumidos por los países. Llama la atención que la meta 2.1 de los ODS, referida a “poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año” será medida (igual que en años anteriores) con el indicador “Prevalencia de la subalimentación” que considera solo la disponibilidad de alimentos en el país durante el año correspondiente, sin contemplar indicadores de acceso físico y económico que son determinantes del consumo de alimentos de los ciudadanos. El informe además de omitir información, incluye cifras desactualizadas como las tasas de mortalidad materna, menores de 5 años y neonatal de Venezuela, pues no fueron tomados los datos oficiales de la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) del 2015, que muestra cifras alarmantes como el aumento del porcentaje de mortalidad materna, que fue 5,5 veces más alto que el valor registrado en el año 2012 y un exorbitante aumento 100 veces mayor del porcentaje de muertes neonatales/nacimientos vivos registrados con respecto a 2012. Se solicita a las agencias internacionales del Sistema de Naciones Unidas asumir como prioridad la protección de los derechos humanos y de la población civil, tal y como está establecido en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y como fue exhortado en 2013 por el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, al firmar la iniciativa denominada “Derechos Humanos Primer Lugar” (Human Rights Up Front). Texto completo: https://www.ovsalud.org/publicaciones/alimentacion/, https://www.fundacionbengoa.org
En Fundación Bengoa durante 2017 se ejecutaron proyectos de educación nutricional, dirigidos a poblaciones tan diversas como niños, niñas, adultos y todos los involucrados en las intervenciones realizadas. Uno de los pilares sobre los que fundamenta gran parte del trabajo que realiza la Fundación está orientado a intervenciones colectivas en programas dirigidos a la prevención y fomento de hábitos saludables en los individuos.
Los temas que han sido desarrollados en esta campaña son: “La nutrición es a tres colores”, “El desayuno hace la diferencia”, “Dos no son suficientes”, “Variado y bien alimentado”, “No se haga la vista gorda, su salud no aguanta tanto peso”, “Con todos los hierros”, “Por tu Salud y la de tu hijo”, “Comida peligrosa” ,“Menos Sal, más vida”, “¡Cuidado! No permitas que te atrape con su dulzura” y la más reciente campaña: “Una cucharadita de azúcar y una pizca de sal no son inofensivas”.
La guía nutricional “Come sano y sabroso a bajo costo” y las demás guías, están en las páginas web de Farmacia SAAS (www.farmaciasaas.com) y Fundación Bengoa (www.fundacionbengoa.org), de donde puede descargarse en formato PDF.
Este manual publicado por el Dividendo Voluntario para la Comunidad y elaborado por la Fundación Bengoa forma parte de una serie de libros a beneficio de la primera infancia, y es su aporte para los adultos comprometidos con la promoción y fortalecimiento del desarrollo infantil en centros y entidades de atención a niños y niñas en esta etapa crucial de sus vidas.
Es muy importante que los infantes en sus primeros años logren desarrollar su máximo potencial genético. Por esta razón, requieren un ambiente que los provea de los nutrientes y recursos necesarios para que crezcan según la meta genéticamente programada.
La mayoría de las políticas públicas concentra sus esfuerzos en estas edades tempranas de la vida, que además necesitan de la participación de la familia y la sociedad en general para alcanzar el bienestar integral.
Este texto contiene información sobre la alimentación de los niños desde su nacimiento, la nutrición de la madre durante el embarazo, la alimentación del bebé en los primeros meses y su primer año de vida, y los hábitos alimenticios hasta los ocho años de edad. El trabajo es muy útil para los involucrados en la atención primaria de niños y niñas –padres, familia, docentes y trabajadores de los centros de atención formal e informal–, pues al aplicar su contenido se convertirán en multiplicadores de este conocimiento en su comunidad y en las instituciones educativas y de salud. Se espera que este material sirva para la consulta y el fomento de los buenos hábitos de alimentación y de socialización, que como sabemos se consolidan en estos primeros años.