Editorial

Visión de algunos indicadores alimentarios y nutricionales en el país

Overview of some food and nutritional indicators in the country



El informe de la FAO, edición de 2023 “El hambre crece: 735 millones de personas padecen hambre en la actualidad” revela que entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022. Alrededor del 29,6 % de la población mundial, 2 400 millones de personas, no tenía acceso constante a los alimentos, 148 millones de niños menores de cinco años (22,3 %) sufrían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8 %), emaciación y 37 millones (5,6 %), sobrepeso.

Según el informe de HumVenezuela en 2023, 86,3% de los hogares presentaron entre los principales problemas, falta de medios de vida (56,5%), ingresos mensuales 102,5$, hogares con ingresos insuficientes 91,8% y los gastos esenciales apenas representaron 27,5% del precio de una canasta básica de alimentos (372 $ mensuales). La pérdida de fuentes de ingresos fue de 61,5% y para compensar la pérdida, 31,1% de los hogares trabajó en actividades informales precarias y 17,3% en empleos riesgosos.

El programa CLAP la entrega de productos es irregular, el número es limitado y en 61,9% de los hogares es la única forma de alimentarse. El 65,7% gastó más de la mitad del presupuesto en la compra de alimentos y, están en inseguridad alimentaria. El 91,6% de los hogares recurre a estrategias de sobrevivencia para que sus miembros puedan comer. El consumo deficitario en los 20 estados oscila entre 28,8% y 63,3% y fue mayor en los alimentos proteicos. La inseguridad alimentaria severa se incrementó.

El 82,2% de los centros de salud presentan deficiencias estructural y funcional, falta de medicinas (94,3%), insumos básicos (91%) y fallas en los servicios de agua, electricidad, higiene y saneamiento, falta de personal médico (74,6%) y de enfermería (73,5%) y problemas graves en la planta física el 70,7%.

En educación, el problema es aún mayor, el 26,7% de los niños no asiste a la escuela: 6,2% dejó de asistir o abandonó la escuela, 20,5% nunca se escolarizó y en los últimos dos años la inasistencia aumentó de 16,8% a 18,0%.

El Programa de Alimentación Escolar (PAE), considerado como una estrategia valiosa para el fortalecimiento del desarrollo del niño en sus distintas etapas de la vida, la cobertura es limitada (56,6% no lo recibe), el suministro es irregular y deficiente en calidad y cantidad. En 79,3% de las escuelas faltan docentes y la infraestructura en la mayoría está deteriorada.

Además, el 74,5% de los hogares no tiene acceso regular al agua potable. El servicio eléctrico es deficiente con interrupciones frecuentes, el 87,8% de los hogares no cuenta con el servicio de gas por tubería y la provisión de bombonas es irregular.

La FAO, señala que Venezuela tuvo la mayor prevalencia de subalimentación (22,9 %), aproximadamente 6,5 millones de personas padecen hambre. El problema de subalimentación impacta la salud y el desarrollo de los niños más vulnerables en las comunidades menos favorecidas. Caritas señaló en los niños atendidos entre 6% y un 10% de desnutrición aguda (moderada o severa) y una reincidencia de aproximadamente tres veces al año. En cada episodio, el niño va quedando con rezago en su crecimiento en talla y en muchos también afecta su desarrollo cognitivo y compromete su desempeño escolar.

Los resultados evidencian que las acciones que se vienen aplicando pueden no ser suficientes para revertir el deterioro de la situación de salud, nutrición y educación de los niños pequeños, escolares y adolescentes. En presencia de tantos déficits que influyen en el desarrollo integral en las distintas etapas de la vida, es imperativo, el fortalecimiento de las políticas nacionales e internacionales para reducir la morbilidad y la mortalidad por deficiencias en la atención y, dar prioridad a los aportes socioeconómicos orientados a la generación de beneficios a largo plazo, que apuntalen un desarrollo del principal recurso humano, indispensable para que el país progrese en los próximos años. Con hambre el desarrollo humano igualitario no es posible.

Maritza Landaeta-Jiménez
Editora de Anales Venezolanos de Nutrición